¡Eso es todo amigos!

Visitante nº:

10 dic 2009

Arrrgg


Y sus dedos largos tocaron mi cara con una leve pero lenta caricia. No dije nada, me acerqué a él, y nos fundimos en un beso, con mucha pasión, la verdad. Sus manos se deslizaban como si de una carretera se tratase por mi piel, recorriendo cada uno de mis lunares, de mis curvas. Notaba cómo cada vez me besaba con más lujuria, con más fuerza. Le empujé hacia la cama, posicionándome encima de él. Noté cómo se moría de ganas de hacerme suya. Gemía con mucho placer, estaba realmente excitada. No aguanté más... y al final acabamos en un tremendo orgasmo.

2 comentarios:

¡Gracias por comentar!