la verdad

¿Quieres que te cuente la verdad?. Está bien. No he dejado de pensar ni un sólo minuto en tí, sé que soy idiota, pero no tengo remedio. Tú eres como lo que nunca tube, y el no tenerte me hace perderme. Puedes llamarme todo lo que tú quieras, pero nunca había sentido esto, se me mezclan varios sentimientos juntos, que me quema el corazón cada vez que respiro profundo y tu cara me invade la mente. Yo no puedo más, quiero que tú vengas a mí, quiero que nos vayamos, quiero tenerte. Pero hay algo que no me deja, el miedo. Sí, ¿ese sentimiento que nos hace escondernos detrás del armario para no ver la realidad?. Exacto. Tampoco quiero que pienses que soy una gallina, o que me lo tomo a pecho y soy muy cría. Me dá igual, ya todo me importa menos. Pero no puedo verme otra vez mal, NO. No por ahora. Ahora me siento bien conmigo misma, bueno... para qué mentirte, no sé definirte mi estado ahora mismo. Pero tengo claro algo,que la definición para mí del amor es, el engaño.

hasta millones y millones de kilómetros

 

Esto era una vez, una niña muy pero que muy sola. Y un día conoce a alguien que le dá seguridad, y eso a ella la condena a quererlo, aún no queriendo. Y el la llama, hablan por el messenger, le manda sms, le dice que la quiere... y a ella no le queda más opción que quererlo, es el único que la trata bien. Pero le incomóda, piensa cosas que no tiene que pensar, y le duele, porque hay una gran diferencia de edad, y no tiene nada que hacer para solucionarlo, de hecho no hay ninguna máquina para avanzar en el tiempo y ponerme un par de años más. A ella, como a cualquiera persona que esté enamorada de alguien no correspondido, le duele decirle adiós, así que no se lo dice. Pero él ya se percata de la idea de ella... y toma una decisión un tanto dolorosa para ella. Pero no hay marcha atrás, si todo tiene que quedar en el olvido, se queda, y si se arrepiente, irá a por él, sin duda. Pero nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Un paso más

Me han contado que, cuando tenemos miedo, las cosas nos salen muchísimo más fáciles de lo que esperamos. Y que el olvido sólo es una etapa que a cada uno le llega en algún momento. Y que el amor no lo pintan como lo merece. Que puede ser un engañabobos. Y que no merece la pena emparanoyarse, porque si tú estas segura de algo, deberías quedarte con eso, y con nada más. Y que alguien puede decirte te quiero y hacerte sentir muy mal debido a que te pide lo imposible y tú ves que no puedes una buena mañana. Y enterarse más tarde de que ha estado haciendo lo que le salía de las narices, y que los sentimientos que se apropian de mí salgan como si de un chorro de una manguera se tratara. Y gritar, maldecir, mal hablar, y odiar. Y contarle todo esto a un teclado para luego colgarlo en una página. Y sentir que te has quitado un peso de encima.

 

siempre, es siempre.

Y su mano fuerte me tocó mi frágil cara, sintiendo un escalofrío tan grande que me producía hasta placer. Estaba tan guapo, bueno, es que lo era. Y su sonrisa hipnotizaba a cualquiera que lo miraba... era como lo que yo estaba buscando todos estos meses. Estabilidad, seguridad, un punto de apoyo. Me daba miedo decir algo que la cagara completamente, porque de hacerlo, lo perdería, o eso creo. Por eso me limité a callar, y mirarle. Era impresionante ver como esos ojos se clavaban en mí, y no dejaban de hacerlo. Me gustaba esa sensación, no era para nada verguenza, ni me incomodaba.. al contrario, me daba fuerzas. Miraba mis ojos marrones claros, con tanta fuerza que me mareaba. No podía dejar de mirarlo. Pero en ese momento fué él quien lo dejó... para abrazarme.

(....)

- Te quiero

- Yo también

Así me quería quedar... durante mucho tiempo, en sus brazos.

¡Lejos, muy lejos!

Él sólo se limitó a mirarla... mientras se decía a si mismo: 

- No, no está hecha para tí, es muy diferente, es muy niña, y yo soy muy maduro... aunque a veces me derrita con ella... ¡no!, rotundamente no la quiero... ¿pero que estoy diciendo?, me vuelve loco esa sonrisa, esa mirada, ese cuerpo me llama. Pero con ella quizás me esté metiendo en un pozo negro, y quizás no pueda respirar una vez dentro. Así que lo mejor será dejarla... encontrará a alguien, yo lo sé. Incluso al querrá más que yo. ¡Oh díos mio pero que digo!. Eres tonto xabal, tonto.
(...)
- ¿En qué piensas?
- En nada, en el trabajo.
- ¿Seguro?
- Sí...
- No, no te creo. Y sabes qué?. Que yo estaba pensando lo mismo que tú. Y te quiero, y si me tengo que tirar al pozo negro, me tiro, y si tengo que hacer puenting, lo haré, y si me tengo que ir a miles de km contigo, me iré, y si la cagamos y tengo que llorar, lloraré, pero al menos me quedará el recuerdo de que me has querido y me has hecho tuya. Y eso nadie me lo quita, porque sólo te necesito a tí, y ahora mismo te tengo...
- ¿Qué bobadas dices?
- Que te quiero, ¿eso es una bobada?
- No, ni mucho menos... pero, es una locura.
- Por la edad... ¿no?, ¡a mí no me importa!
- Pero... sigue siendo una locura...
- ¡Mírame!, ¿tú crees que si yo pensara que es una locura andaría aquí contigo?, ¡No lo es!
- Te quiero
- Yo te necesito...
- Mira, no sé si esto saldrá bien, o mal. Pero voy a tratarte como nadie lo ha hecho, nos vamos a ir lejos, muy lejos, donde nadie nos recuerde quiénes somos, y que estamos haciendo.
- Me muero de ganas.
 

No es un buen día.

Cuando tienes el camino lleno de obstáculos, y no cesan... siguen día tras día y sientes que no puedes más.

Vuelta atrás.

Vete, y no vuelvas. Porque de nada me vale si tú estás, y es como si no lo estubieras. Porque no existe esperanza en volver atrás, y cambiar mi humor, cambiar a Maria Luisa, oh... la odio!. Es una enfermiza capaz de hacerle rabiar a cualquiera, obsesionada con su rabia interior. No le importa si sacando su lado perverso está haciendo daño a alguien, porque para ella lo primero es ella. Y es normal que esté así... deprimida, antipática... perdiendo a quien pase por su lado. Que se vaya, y no vuelva más, no la quiero. Que le dén a su lado egoísta y manipulador. ¡Fuera!. A ver si se acaba pronto... y vuelve.

Quizás mañana cuente algo importante, o quizás no.

Ira, odio, desesperación, RENCOR. ¿Pero que puta vida me ha tocado vivir?

Y me han contado que..

Hay veces, que deseamos con todas nuestras fuerzas subir a lo alto de una montaña, terraza, sea lo que sea, y gritar mil veces hasta quedarnos sin aliento para poder seguir más. Y hay veces, que el mundo se nos cae encima, y que no queremos levantarnos porque no podemos más. Y también dicen, que cuando viene una estampida que te lo deja todo fuera de su lugar, viene algo que te lo pone todo de vuelta. Cuando crees que está todo perdido, y no tienes ningunas ganas de salir del agujero, y aparece, y lo ves, porque está ahí, contigo. Y crees que no se va a fijar pero lo hace, y te alegra saberlo. Y decides pensar que no vas a caer en la trampa que te está poniendo la vida, pero caes, rendida, y con ganas. Y puede que ese paso sea el que decida si tu vida a partir de ese momento irá bien. Porque de lo contrario, volverías a la fase de la que te te hablé.